El hígado a la plancha es una opción culinaria popular que resalta el sabor distintivo y la textura suave del hígado de ternera o de pollo. Este plato, apreciado por su simplicidad y su rapidez de preparación, consiste en cocinar el hígado directamente sobre una plancha caliente, sazonado con sal y pimienta, hasta que esté bien dorado por fuera pero tierno y jugoso por dentro.
Antes de cocinarlo, es importante marinar el hígado en una mezcla de aceite de oliva, ajo picado, hierbas frescas como el tomillo o el romero, y una pizca de sal y pimienta. Esta marinada no solo realza el sabor del hígado, sino que también ayuda a que se mantenga jugoso durante la cocción.
El hígado se cocina a fuego medio-alto durante unos minutos por cada lado, hasta que esté bien sellado y dorado por fuera pero aún rosado por dentro. Es importante no sobrecocinar el hígado para evitar que se vuelva seco y duro, ya que su textura tierna es parte de su atractivo.
El hígado a la plancha se sirve tradicionalmente acompañado de cebollas caramelizadas, puré de patatas, arroz blanco o una ensalada fresca. Estos acompañamientos complementan perfectamente el sabor robusto del hígado y añaden variedad y textura a la comida.
Con su sabor distintivo y su textura suave, el hígado a la plancha es un plato que satisface tanto a los amantes de la comida reconfortante como a aquellos que buscan opciones nutritivas y sabrosas. Es una opción culinaria versátil que puede disfrutarse en cualquier ocasión y que siempre deja un buen sabor de boca.
Puedes incluirlo en el precio del almuerzo acompañado de bebida + café (hasta las 12:00 h.)